
Otro día otra ruta. Dependiendo del valle cambia el paisaje. Algunos agrestes donde solo hay roca y otros de amplios pastizales
Allí a la izquierda está la montaña del día. Sus «únicas» dificultades son sus interminables y verticales rampas en donde parece que la cima no llega nunca.
A su derecha rodeado de una gran nube blanca el collado de las Peñas Zahurdias, de donde guardo una buena cicatriz en mi pierna izquierda.

Aquí en el reino del agua, cualquier poza o arroyo es bueno para aliviar los dolores.