


En muchas ocasiones no ves el camino claro. Ves todo vertical y no piensas que pueda ser posible. Después te acercas y observas que entre las rocas hay un pequeño sendero. Poco a poco y sin mirar demasiado hacía abajo vas caminando y finalmente llegas a la meta.
Esto se puede aplicar a casi todo. Hay gente que lo ve muy complicado y peligroso en una montaña, pero para muchas personas el día a día es más complejo y sacrificado.
Qué sabias palabras! Sin duda alguna esto aplica a la vida diaria, a veces no vemos el camino, pero siempre hay uno. Saludos.
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