

Las cumbres más emblemáticas de cada zona suelen estar coronadas por dos elementos.
Uno de ellos es un buzón, donde los montañeros dejan notas con la fecha del ascenso y las señas de su club, para que otro montañero posteriormente, se la envíe por correo y de esa manera se «certifica» que ambos montañeros han coronado esa cima.
El otro es la cruz de la cristiandad. Y aquí entra el papa León XIII que al final del siglo XIX pidió erigir cruces en las cimas que recordaran a Cristo en la entrada del siglo XX. En el País Vasco hay muchas cimas con este símbolo.