
No es nada aconsejable pero siempre subo solo a la montaña. Me encanta el silencio y la soledad allí arriba. Pero tengo que tomar muchas más precauciones que si lo hiciera acompañado.
Está ruta era bastante exigente y constaba de dos subidas de mucho desnivel a Peña Ubiña y Los Fontanes.

La primera cima me costó bastante hacerla ya que constaba de varias trepadas simples pero que exigían bastante esfuerzo físico. Para cuando llegué a la cima pude ver como las nubes y la niebla iban cubriendo todo y me iban a impedir hacer la siguiente cima, El Fontan. Incluso me iba a dificultar la bajada de La Ubiña.

Y aquí es donde el sentido común y la experiencia doblegan al deseo de llegar a la otra cima y evitar situaciones muy comprometidas.
Otra vez será.
A veces hay que retroceder para otro día avanzar! ☺️
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