- Siento incomodarle pero su figura, más la rosa de arriba, me viene ni que pintada para mi entrada de mañana.
Solo serán dos segundos y volverá a su placentera siesta en esta calurosa tarde de verano…
Lo he dicho más veces, me gustan los gatos callejeros. Su vida, sus andanzas, cortejos, peleas y las ancianas que los alimentan furtivamente.
Me recuerdan a mi barrio, a mi calle , a mis amigos de travesuras. Éramos de diferentes especies pero de similares hábitos.