La Virgen de Begoña es la patrona de Bizkaia. En el barrio del mismo nombre tiene dedicada una Basílica.
Fue construida entre los siglos XVI y XVII pero reconstruida en varias ocasiones por ser dañada en diferentes guerras.
Está en uno de los enclaves más altos de la ciudad y por ello un lugar estratégico para los fines militares.
En la invasión Francesa fue dañada y saqueada, pero en las Guerras Carlistas fue prácticamente destruida ya que se le dió uso tanto de posición ofensiva como defensiva.
La zona de La Salve – donde hoy en día está el puente – y la Basílica de Begoña están unidos por “la Salve” que los antiguos pescadores bilbaínos rezaban cuando llegaban a la altura de esta zona y la visibilazaban en horizonte para dar gracias a la virgen por llegar a salvo a la villa.